En el aeropuerto nos recoge nuestro guía del norte, Truong (que en castellano suena como “chion”). Nos explica varias cosas de vietnam por el camino, nos da mapas de todas las ciudades que visitamos en la ruta, nos deja en el hotel y nos recomienda varios sitios para cenar o tomar algo por la noche.

El hotel es el Golden Lotus Luxury. Se nota que es un hotel antiguo pero está bastante bien cuidado y muy limpio, y lo mejor de todo: podemos ir andando a cualquier lugar ya que está al ladito del centro.

Sobre las 8 salimos a cenar. Antes del viaje habíamos localizado por internet varios restaurantes (principalmente en tripadvisor), así que fuimos directos a por nuestra primera elección, el restaurante Cau Go Vietnamese Cuisine, número 16 de tripadvisor en su día. Después de un buen rato buscando la entrada (hay que subir por un ascensor en el lateral izquierdo del edificio) por fin llegamos al restaurante. Como no habíamos reservado nos dicen que quizá no haya sitio en la terraza pero tuvimos suerte y había una mesa libre.

Es nuestra primera comida en Vietnam, delante de una carta enorme y con nuestro inglés bastante oxidado, así que decidimos pedir consejo al camarero y nos recomienda, según él, el plato más popular del restaurante: un pescado a la parrilla con 5 especias (estaba bueno sin más), y unas alitas de pollo (estas sí que estaban bueniiisimas).

La cazuela de barro es el pescado, que se come junto con los fideos y lo que se ve en los diferentes cuencos. Abajo a la derecha se ven las alitas, que las sirven con una salsa y con verduras salteadas. Ya habíamos comido bastante cuando sacamos la foto :)

La cazuela de barro es el pescado, que se come junto con los fideos y lo que se ve en los diferentes cuencos. Abajo a la derecha se ven las alitas, que las sirven con una salsa y con verduras salteadas.
Ya habíamos comido bastante cuando sacamos la foto 🙂

De beber pedimos 3 cervezas, y en total nos gastamos 585.000 VND, unos 25€ (pagamos con tarjeta y sin problema). El sitio nos pareció caro para la cantidad de comida que nos sirvieron, y se nota que es un restaurante para “guiris” porque
no había ni un solo vietnamita cenando, pero las vistas merecen la pena.

Después de cenar fuimos al Highlands Coffee, una especie de “starbucks” con vistas al famoso cruce más caótico de Hanoi. Se entra por unas escaleras que están en el lateral derecho del edificio. Se pide en la barra según entras, te dan un número que llevas a la mesa, y cuando tu pedido está listo te lo acercan. Pedimos un café con hielo, un mojito (bastante malo) y una tarta de queso y caramelo, todo por 123.000 VND (unos 5€). El café no era nada del otro mundo, pero no puedes perderte las vistas desde la terraza. Puedes pasarte horas y horas mirando coches, motos y personas pasar por el cruce pensando “uff, esos se chocan fijo” pero no… ninguno se da ni un solo rozoncito.

Café con hielo, mojito y tarta de queso y caramelo

Café con hielo, mojito y tarta de queso y caramelo

Vistas desde la terraza del Highlands Coffee

Vistas desde la terraza del Highlands Coffee

 

De aquí ya volvemos al hotel a descansar después de la paliza del viaje, que aún nos quedan un montón de días por delante!

 

[Todas las etapas de la ruta y el mapa completo en: https://www.adictosaljetlag.com/index.php/diario-de-vietnam/]